Las características que definen a una madre adulta están determinadas por diversos condicionantes en su vida, los cuales influyen en el desarrollo de actitudes y estrategias específicas en su día a día. La idoneidad o falta de salud de estas conductas dependerá del nivel de desarrollo personal que haya alcanzado a lo largo de los años. Una madre anciana con tendencias manipuladoras llega a esa situación debido a desajustes personales que la predisponen a adoptar conductas de este tipo hacia sus hijos.

Por qué mi madre se hace la víctima
Los motivos por los cuales una madre adulta manipuladora adopta el papel de víctima se deben a varios factores interrelacionados:

  1. Invisibilización de la maternidad: El sistema social actual tiende a invisibilizar la maternidad y apenas reconoce la ardua tarea de criar a los hijos. Las mujeres, a menudo, se ven sobrecargadas al encargarse simultáneamente de las tareas del hogar, asuntos familiares y su propia trayectoria laboral.
  2. Carencias en la crianza: Las crianzas no siempre ocurren en condiciones ideales de afecto, tranquilidad y seguridad, lo que puede generar carencias emocionales y psicológicas en la adultez, afectando la autorregulación emocional y la conducta personal.
  3. Desatención en la ancianidad: La vejez es descuidada en muchas situaciones debido a la priorización de lo material, la productividad y el consumo en nuestra sociedad. Los ancianos a menudo se ven abandonados, lo que contribuye a sentimientos de soledad.
  4. Sobreprotección maternal: Algunas madres sobreprotectoras tienen dificultades para permitir la independencia de sus hijos, atándolos a su lado incluso en la edad adulta. Esto puede generar manipulación como un intento inconsciente de retener su función de maternaje.

Por estos motivos, una madre adulta puede actuar de manera manipuladora y asumir el papel de víctima. La maternidad puede haber consumido su potencial de cuidado, recibiendo poco sustento emocional a cambio. Además, puede tener dificultades para reconocer sus límites emocionales y pedir ayuda, lo que genera una carga constante que atribuye a la crianza con rencor.

Cómo tratar a una madre manipuladora
Antes de intentar modificar las conductas de una madre manipuladora, es crucial realizar cambios internos como hijos para romper con las dinámicas de control. A continuación, se presentan algunos aspectos a considerar al tratar con una madre manipuladora y mejorar la relación:

  1. No caer en el rencor: Evitar la lucha agresiva contra las injusticias recibidas, ya que alimenta la ira, genera desconfianza y aumenta el rencor acumulado.
  2. No ceder: Mantener la calma ante la manipulación, mostrarse firme en la negativa y proponer alternativas.
  3. Tomar distancia: Alejarse en momentos críticos para evitar reacciones impulsivas y regresar con tranquilidad para proponer soluciones alternativas.
  4. Estar acompañado: Buscar apoyo de personas que conozcan la situación para reforzar en momentos de exposición a la manipulación.
  5. Limitar la relación: En casos extremos, reducir la relación a momentos específicos para evitar trampas manipulativas.

Durante períodos de no relación, es fundamental trabajar internamente para fortalecerse emocionalmente y cambiar patrones de conducta que predisponen a la obediencia ciega.

Qué hacer cuando tu madre te hace chantaje
Cuando una madre adulta hace chantaje, el foco debe estar en modificar nuestras conductas como hijos, ya que cambiará gradualmente la conducta de la madre manipuladora. Algunas pautas para abordar el chantaje incluyen:

  1. No ceder: No responder al chantaje para cortar con la dinámica de tolerancia previa.
  2. Ser firme: Mantenerse firme con explicaciones breves sobre nuestra conducta, evitando entrar en argumentaciones lógicas que generen enfrentamientos.
  3. Tomar distancia: Retirarse tras una conducta manipuladora para evitar enfrentamientos y permitir la reflexión antes de entablar una conversación calmada.
  4. Aceptar y ceder: En casos de conflictos repetidos, aceptar lo propuesto por la madre puede desconcertarla, llevándola a comprender la injusticia de su conducta.

Al modificar nuestras respuestas como hijos, se puede contribuir al cambio gradual de la conducta de una madre Adulta manipuladora.

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