Depresión, el aborto espontáneo, trastornos por consumo de alcohol y autolesiones son algunos de los efectos de la violencia de pareja o de los abusos infantiles.

Cuatro de cada diez adolescentes víctimas de violencia de género no son conscientes de que lo son; el 70% no denuncia.

Las personas que han sido objeto de abuso tienen más probabilidades de sufrir efectos en su salud física y mental de lo que se pensaba anteriormente. Se trata de una revisión global y un metaanálisis publicado en ‘Nature Medicine’ que desvela que existen riesgos elevados entre la violencia de pareja o el abuso sexual infantil y algunos problemas de salud, incluido el trastorno depresivo mayor, el aborto espontáneo, el abuso de alcohol y autolesiones entre los niños.

A nivel mundial, una de cada tres mujeres que alguna vez ha experimentado violencia de pareja a lo largo de su vida, y alrededor del 20% de las mujeres jóvenes y el 10% de los hombres jóvenes han experimentado algún tipo de abuso sexual infantil. Sin embargo, las investigaciones que investigan los resultados de salud asociados con la violencia de pareja y el abuso sexual infantil han sido escasas.
Según la investigación, la exposición a la violencia de pareja se asocia con un mayor riesgo de trastornos depresivos mayores (63%) y un mayor riesgo de aborto materno y aborto espontáneo (35%).
En cuanto al abuso sexual infantil, el estudio muestra que está relacionado con un mayor riesgo de consumo de alcohol y de autolesión (45% y 35%, respectivamente).

Los cifras, afirman, son mayores en magnitud y más extensos de lo sugerido previamente.

«Este estudio avanza en la comprensión de los profundos impactos sobre la salud de la violencia de pareja contra las mujeres y el abuso sexual infantil», señala Joht Singh Chandan, de la Universidad de Birmingham y coautor principal del artículo.

Nuestros hallazgos, añade, «revelan no sólo las asociaciones alarmantes que estas formas de violencia tienen con enfermedades como la depresión, el aborto espontáneo y los trastornos por consumo de alcohol y autolesiones, pero también subrayan la urgente necesidad de adoptar medidas preventivas y sistemas de apoyo sólidos».

Más de 4.000 estudios

Los investigadores identificaron la literatura disponible sobre la violencia de pareja y el abuso sexual infantil y sus efectos asociados sobre la salud. Revisaron más de 4.000 estudios, de los cuales 229 cumplieron los criterios de inclusión.

El informe no solo muestra estos problemas de salud críticos, sostiene la investigadora Emmanuela Gakidou, del Instituto de Evaluación y Medición de la Salud de la Universidad de Washington y coautora principal del artículo, sino que también «desvela las lagunas en el conocimiento actual y la necesidad de continuar la investigación para comprender las amplias consecuencias de dicha violencia».

En su opinión, resulta «imperativo emplear estos conocimientos para diseñar las políticas, la atención médica y las intervenciones comunitarias, garantizando un futuro más seguro y saludable para las personas afectadas por estas formas generalizadas de violencia«.

Fuente: ABC Salud


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