La doctora Victoria Delgado, médico internista del Hospital Mario Tolentino Dipp, asegura que ejercer en un hospital público es “un acto de amor y resistencia”, al destacar los retos, sacrificios y satisfacciones que acompañan la práctica médica dentro del sistema de salud dominicano.

Santo Domingo. — Para la doctora Victoria Delgado, médico internista del Hospital Mario Tolentino Dipp, ejercer en el sistema público de salud es más que una profesión: es una entrega constante marcada por la empatía y la vocación. Su trayectoria refleja la perseverancia de quienes, desde los hospitales del Estado, sostienen la esperanza de miles de pacientes cada día.

Egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la galena recuerda sus años de formación como una etapa de sacrificios y aprendizaje. “Fue un proceso largo y exigente, con muchos retos económicos y académicos, pero lleno de pasión por servir y aprender”, expresó. Su amor por la medicina nació desde temprana edad, impulsada por el deseo de comprender el cuerpo humano y ayudar a otros.

Especializada en Medicina Interna, Delgado explica que esta rama es “el alma del hospital”. “El internista analiza, diagnostica y coordina la atención integral del paciente adulto. Atendemos casos de hipertensión, diabetes, infecciones y enfermedades respiratorias o renales. Somos quienes vemos al paciente de forma completa”, puntualizó.

Su residencia médica la realizó en el Hospital Padre Billini, una experiencia que describe como profundamente humana. “En el hospital público uno aprende no solo medicina, sino también empatía. Atendemos pacientes de escasos recursos y eso te enseña a valorar la esencia del servicio”, afirmó la especialista.

Pese a las limitaciones del sistema, la internista asegura que su mayor reto ha sido mantener la motivación y la ética profesional. “A veces faltan insumos o personal, pero lo que nos mueve es el compromiso. En los hospitales públicos se trabaja con el corazón”, dijo. A los jóvenes médicos les aconseja no perder la pasión y recordar que “la vocación es más fuerte que cualquier dificultad”.

Con visión de futuro, la doctora Delgado aspira a continuar su labor desde la docencia y la investigación médica, formando nuevas generaciones con sensibilidad social. “Sueño con ver un sistema de salud más equitativo, donde todos tengan acceso digno a la atención médica. Eso sería el mayor logro”, concluyó.

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