LOS GULOYAS: es un conjunto Afrocaribeño único en el país, mejor conocido como Los Cocolos, que son descendientes de los esclavos africanos que fueron traídos al país. Más o menos 6000 vinieron originalmente de Anguila, St. Kitts, Nevis, Barbados, entre otras islas del caribe, para trabajar en la industria azucarera. Y aunque al principio se les conocía como Tortolos, después fueron conocidos como Cocolos. Sus bailarines, conocidos como Guloyas, participan en el carnaval, llevando bellos disfraces con hermosos sombreros de plumas. Bailan al compás de sus tambores y danzan en la calle con sus movimientos afrocaribeños. Para el 2005, la UNESCO calificó a los Guloya como pieza clave del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Los historiadores apuntan que el nombre de Guloyas se origina en la pieza teatral David and Goliath, donde el nombre de Goliath es pronunciado Golaia o Guloya. En dicha pieza es característico el grito: Goliath (Guloya) is dead (Guloya está muerto).
Sus ancestros, procedentes de las pequeñas islas de expresión inglesa como Antigua, Martinica, Saint Kitss-Nevis, Tórtola, entre otras, llegaron a República Dominicana a trabajar como obreros en la industria azucarera a finales del siglo XIX y principios del XX, para luego, al establecerse en el país, colocárseles el mote de cocolos.
Las actuaciones de Los Guloyas se llevan a cabo sobre todo entre el 25 de diciembre y el 6 de enero. Entre las representaciones teatrales de su tradición figuran The Bull, David and Goliath, Moko-Jombies, y demás.
Los bailes que trajeron estos inmigrantes son muy variados y excitantes y tienen como finalidad llevar a las personas mensajes de carácter social y religioso. Entre éstos cabe destacar el baile de los Zancos, el cual consiste en un danzante en altos zancos que no lleva nada en la mano, trajeado con una chaqueta brillante con muchos espejitos, unas mangas largas y el pantalón lleno de flecos. El grupo que le sigue va tocando y bailando.