Esta línea ofrece los suplementos más naturales y beneficiosos para la salud, con la garantía de que cada producto ha sido seleccionado y elaborado con cuidado y responsabilidad ambiental.

La línea Cordys nace de un profundo deseo y la perseverancia de su fundadora, Evelyn Rodríguez. Su determinación de llevar a República Dominicana, las bondades de las vitaminas y suplementos alimenticios naturales procedentes de su segunda patria por adopción, Islandia.

Rodríguez asegura que este proyecto es el resultado de su amor por ambas culturas y su firme creencia en los beneficios que la naturaleza nos proporciona para mantenernos saludables.
“Islandia, con su impresionante belleza natural y su compromiso con la sostenibilidad, me inspiró a explorar los tesoros que la tierra y el mar tienen para ofrecer en forma de nutrientes esenciales”, afirmó.

Su búsqueda de la excelencia en la salud y el bienestar la llevó a descubrir las fuentes más puras de vitaminas y suplementos alimenticios, y su deseo de compartir estos tesoros con la comunidad dominicana creció cada día.
Destacó además que “en Cordys, no solo nos enorgullece ofrecer productos de la más alta calidad, sino que también nos esforzamos por promover un estilo de vida más saludable y sostenible”.

“Creemos en la importancia de cuidar nuestro cuerpo y nuestro planeta al mismo tiempo. Nuestra misión es brindarte acceso a los suplementos más naturales y beneficiosos para tu salud, con la garantía de que cada producto ha sido seleccionado y elaborado con cuidado y responsabilidad ambiental”.

“A través de Cordys, te invitamos a unirte a nosotros en este emocionante viaje hacia una vida más saludable y consciente. Queremos que descubras el poder de la naturaleza, que adoptes un enfoque holístico de tu bienestar y disfrutes los beneficios de los productos naturales que hemos traído de Islandia. Juntos, podemos lograr un equilibrio entre cuerpo y naturaleza, promoviendo la salud y la sostenibilidad en armonía”.

Evelyn Rodríguez en Irlandia
En el año 2000, Evelyn emigró a Islandia, donde encontró su segundo hogar. Esta travesía la llevó a vivir en dos islas, cada una con su propio encanto, tierras distintas, culturas diversas y personas con historias únicas. Esta dualidad en su vida la ha llenado de un profundo amor por ambas culturas, lo que se refleja en su trabajo.

En nuestro país, su historia se tejió a lo largo de dos ciudades, Santo Domingo y Valverde Mao, donde cursó su educación primaria y secundaria. Fue en este ambiente donde su conexión con la creatividad y el arte de transformar espacios comenzaron a florecer.

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